Drago - 1927 - Acuarela - 25.5 x 32 cm
La vida de Xul Solar transcurre como una incesante búsqueda de correspondencias entre este mundo y el orden cósmico.
La imagen del caballero matando al dragón, simbolizaba en el medioevo al hombre que logra vencer su propia oscuridad. Xul Solar le da una vuelta a través de su obra. Drago, guerrero de lanza y capa roja, puede cabalgar su propio demonio y dirigirlo dignamente hacia otros horizontes.
El nuevo hombre –neocriollo- montado sobre un dragón embanderado con cada una de las banderas de los países de América ibérica, se dirige desafiante a la conquista del Viejo Mundo. Un nuevo camino a ser recorrido que implicaba la inversión de los espacios de colonización y dominación.
En esa época, la vanguardia latinoamericana afirmaba su propia identidad, incorporado dentro de su propia reflexión aquello que la distingue de su par europea: las cuestiones identitarias y los nacionalismos.
En el ángulo inferior derecho las banderas de España , Portugal y Estados Unidos, definen su pensar geopolítico. Para Xul la integración de América Latina debía tener lugar desde su unificación espiritual.
Abierto a lo que cada religión puede aportar, incorpora en la cabeza del dragón, símbolos como la cruz, la estrella , la luna, con sus múltiples significados, el puente entre el mundo terrenal y el celestial, la creación y la recreación periódica del universo.
En la parte media superior dibujó el cometa que apareció en 1927, y que fue descubierto desde los observatorios de Melbourney y La Plata, sin ser visto en Europa
